Para nosotros la Huerta está considerada como uno de los lugares más íntimos de L’Aljara. Es un espacio de fusión, de reencuentro con la madre tierra, con nuestra eternidad,  un lugar donde nos abrimos al abrazo, al contacto con lo que fuimos, somos y seremos.

Trabajamos la tierra con respeto, conversamos con ella en silencio y escuchándola aprendemos día a día de su eterna sabiduría.

Una parte de la huerta de L’Aljara, la compartimos con una cooperativa de jóvenes productores ecológicos llamada La Rehuerta. Con ellos intercambiamos experiencias, quehaceres, y alguna que otra comida de traje (ya se sabe, yo traje de esto, tú de lo otro...), pero sobre todo, lo más enriquecedor para nosotros es la satisfacción de su contacto humano.

Nuestro más sincero agradecimiento a esta tierra convertida hoy en nuestra Huerta, de la cual nos nutrimos y nutrimos a quienes nos visitan.